jueves, 21 de abril de 2011

Carcassonne

Viaje realizado a la región francesa de Languedoc-Rosellón la semana del 21 de abril de 2011, coincidiendo con la Semana Santa.
Aprovechando los días de fiesta, nos decidimos por un destino que deseábamos conocer desde hacía algún tiempo: Carcassonne y sus alrededores,
   
Carcassonne (www.carcassonne.org
es una ciudad de unos 50.000 habitantes, a medio camino entre Perpiñán y Toulouse, famosa por tener una ciudadela amurallada declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco (S. XII), situada sobre un alto, quedando en la zona baja la ciudad moderna.


Nos alojamos en el hotel Les 3 Couronnes (www.hotel-destroiscouronnes.com), perféctamente ubicado en las proximidades de la ciudadela, con magníficas vistas sobre la misma y sobre el río Aude. El hotel está muy bien, aunque es un poco caro, sobre los 100 € la habitación doble.

Vista panorámica de la ciudadela, desde el hotel

La Cité desde la ciudad baja
La Cité desde el Puente Viejo
Sin perder tiempo, nos dirigimos a la ciudadela a pie. Si desde lejos las murallas impresionan, ascendiendo la empinada cuesta que da a la Puerta del Aude te quedas sin palabras.

Subida a la Puerta del Aude con la torre del "Petit Canissou" dominada por la torre de la Inquisición.
A la derecha, la torre cuadrada del Obispo

Acceso a la puerta de Aude
Atravesar la puerta te transporta directamente a otra época, pudiendo comprobar que la reconstrucción realizada en el siglo XIX fue muy buena. Caminando por las calles empedradas disfrutas del ambiente medieval ya que todos los edificios están engalanados para recrearlo. Lástima que la masiva afluencia de visitantes te haga volver a la realidad ...

Existen numerosos restaurantes en la plaza principal, aprovechando uno de ellos para comer.

Fue un gustazo recorrer sin prisas todas las callejuelas y plazoletas, dejándonos empapar por el ambiente. Por el camino, fuimos viendo diversos edificios espectaculares dentro de lo espectacular de todo en entorno.



El puente viejo: Construido en tiempos de San Luis, entre 1247 y 1260. Tiene 210 mts de longitud, 5 de anchura y doce arcos de diversas anchuras. Una cruz colocada en el tercero de los arcos por la parte de la fortaleza, recuerda el antiguo arco que señalaba el límite entre los dos ayuntamientos, La Ciudad Alta y la Ciudad Baja.


Puente Viejo

La Puerta Narbonesa: Entrada principal, abierta hacia Narbona, formada por dos torres gemelas de 25 mts. de altura, sin incluir el techo, unidas entre sí. Construidas sobre 1280, bajo el reinado de Felipe el Ardido.

Puerta Narbonesa

La leyenda de la Dame Carcas: Ante el puente levadizo se encuentra la estatua de la Dame Carcas, heroína legendaria. Era la mujer del rey sarraceno Balaack. Cuando Carlomagno asedió Carcassonne, decidió incendiar la ciudad haciéndola sucumbir de hambre; el asedio duró 5 años y al final toda la guarnición moría de hambre. Dame Carcas fabricó unos muñecos que colocó en las murallas de manera que pareciesen soldados y pasaba todo el día tirando flechas al campamento enemigo. Luego, como última astucia hizo comer todo el trigo que quedaba al único cerdo vivo y lo tiró desde lo alto de una torre. Cuando Carlomagno vio la cantidad de trigo que salía de la panza del cerdo, se desanimó y abandonó el asedio. Pero la gloria de haber vencido  con la astucia no le bastó a la intrépida heroína e hizo que sonaran las trompetas para llamar al gran emperador. Este no las oía y su escudero exclamó: "Señor, Carcas te sonne". Se cuenta que de aquí viene el nombre de la ciudad

La Dame Carcas
Pasadizo entre las Torres Narbonesas. Estatua de la Virgen (finales del S. XIII)
El Castillo : Construido aproximadamente en 1130 por Bernard Aton Trencavel o su hijo Roger III.En él vivieron los Vizcondes de Trencavel y fue aquí donde murió prisionero Raymond Roger Trencavel, en 1209. Más tarde, Simón de Montfort estableció su cuartel general. Posteriormente fue residencia de senescales (representantes del Rey) y correccional. En el siglo XIX llegó a ser un cuartel y durante la Primera Guerra Mundial estuvieron prisioneros en él cerca de 300 oficiales alemanes. En marzo de1944 se convirtió en un cuartel general alemán y sus habitantes se vieron obligados a abandonar sus casas, a las que volvieron después de la liberación del 20 de agosto del mismo año.

Vista interior de la entrada a la barbacana del castillo
Entrada del Castillo
Entrada del Castillo
Aspilleras en las torres del castillo
Puerta de Rodez, Torre de Sanson y Torre del Molino de Avar
La Torre del Tesoro

Las Lizas Altas

Parte trasera de la torre del tesoro

Basílica de Saint-Nazaire y Saint-Celse (S. XIII)


Hotel de la Cité

Place de Saint-Nazaire




La Torre cuadrada del Obispo



Puerta de Narbona

Puerta de Narbona

Torre del Tesoro

Puerta de Narbona
Fuente ante la puerta de Narbona

Torre del Tesoro
La puerta de Aude desde el Castillo


El castillo desde las murallas




Vista panorámica nocturna de la ciudadela y del Puente Viejo

Y por la tarde, finalizando el día, decidimos ir a cenar a la ciudad baja. Llegamos hasta el Canal navegable de Midi, joya de la ingeniería declarado patrimonio de la Humanidad por la Unesco, comenzado a construir en el S. XVII que une el Atlántico con el Mediterráneo. En las proximidades del embarcadero nos encontramos con el Restaurante Le Bistro d´Augustin (enlace), junto al Hotel Terminus. Muy muy recomendable. Ambiente agradable, buena comida, cartas en castellano, buen precio. ¿Qué más se puede pedir?.

Con un agradable paseo, nos volvimos al hotel a descansar.


Una salida imprescindible si te encuentras en Carcassonne es alguno de los castillos cátaros que e encuentran en los alrededores. Su estado es, por lo general, bastante lamentable, fruto de las iras de la iglesia católica a la que se "enfrentó" pacíficamente este grupo de "hombres buenos"  allá por el siglo XII.

Nosotros nos decidimos por los cuatro castillos de la localidad de Lastours, a unos 10 kms. al norte de Carcassonne. Existen dos posibilidades: la más sencilla de ella es llegar al observatorio que se encuentra en el monte situado frente a los castillos, junto al camping Le Belvedere, desde donde hay una estupenda panorámica de los castillos que, dada su alineación, nos permite apreciar su situación y funcionamiento. La segunda posibilidad, más dura pero más gratificante. En el mismo pueblo hay un centro de acogida desde donde, caminando, se asciende hasta los castillos. Aunque está bastante empinado, se asciende sin mucho esfuerzo y sin ningún peligro por un sendero, disfrutando de unas vistas espectaculares. Añadir que el estado de los castillos (por llamarlos de alguna manera) es lamentable, pero merece la pena la visita.

Vista desde el pueblo de Lastours

Vista durante el ascenso

Vista desde la cornisa

Vistas desde el mirador



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