Viaje realizado del 1 al 12 de Agosto de 2005
VIAJE A BRETAÑA FRANCESA
EN AGOSTO DE 2005
EN AGOSTO DE 2005
1º BASAIN – NANTES (hoja de ruta)
Por avería
del vehículo antes de salir, tuvimos que retrasar nuestra salida, y ello hizo
que llegásemos a media tarde, comiendo en un área de servicio a las afueras de
Burdeos. Tras un viaje que no se hace muy pesado, llegamos a la ciudad de
Nantes. Una vez situados en el hotel, nos fuimos caminando hacia el casco
antiguo, pasando primeramente por la torre LU, de la famosa casa de galletas.
Al otro lado de la calle encontramos el Castillo de los Duques de Bretaña, del
siglo XV, impresionante de tamaño. Sin embargo nos tuvimos que conformar con
verlo por fuera, ya que están haciendo obras de restauración en el interior y
no se puede entrar. Muy próxima se encuentra la catedral de Saint Pierre et
Saint Paul, digna de verse. A partir de ahí, conviene dejarse ir por las
callejuelas adyacentes, donde encontramos la mayor concentración de
restaurantes internacionales imaginables.
Nos alojamos en
el hotel Novotel NantesCentre Cité des Congrès.
tel :(+33)2/51820000.
3 rue de Valm.,
44000 NANTES.
Precio por noche. 85.00 EUR.
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| Vitre |
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| Fougueres |
Llegamos a St. Malo. Nos alojamos en el Hotel Belem. Rue de la Croix Raux. 95 € la noche en habitación cuádruple. Está a las afueras de la ciudad. Aunque está bien y es muy tranquilo, yo recomendaría uno en el interior de la ciudadela (intramuros) o lo más cerca posible de ésta.
Una de las paradas más emblemáticas y que más nos gustó. La parte de intramuros es preciosa. Pasear por las callejuelas, por las murallas, por la playa …
Tiene mucho ambiente, tanto diurno como nocturno, así que, si no estás alojado en el interior, te dará mucha pena irte después de cenar. El coche tendrás que dejarlo fuera de las murallas.
Dinard , situado enfrente de St. Malo, es el típico pueblo costero de nivel, tipo Zarauz. Tiene
un paseo muy bonito que sale desde la playa y va bordeando el mar hacia la
izquierda (mirando al mar), pasando por debajo de grandes mansiones. Puedes
subir, como hicimos nosotros, por alguno de los accesos a la parte alta y ver
estas mansiones en todo su esplendor. Bonitas vistas. Miembro del selecto grupo de Villas de Arte e Historia.
Dinan es otra cosa. Precioso pueblo medieval, invita a callejear. No
perderse la calle Jarzuel, empinada donde las haya, que lleva hasta el puerto.
Dicen las malas lenguas que es la calle más fotografiada del mundo. No me
extrañaría. Merece la pena el descenso y el sufrido ascenso. Miembro del selecto grupo de Villas de Arte e Historia.
Merece un capítulo aparte. Nos encantó desde que lo vimos a lo
lejos. Hay que recorrerlo de punta a cabo, aunque sus callejuelas sean
empinadas. Conviene ir a primera hora porque se llena de turistas. Un consejo:
Empezar por la parte de arriba, por la abadía, ya que hay que hacer cola para
entrar, y cuanto más tarde vayas, más larga se te hará la espera.
Disfrutarla tanto por dentro como por fuera. Rodearla si la marea está baja para admirarla en todo su esplendor, y, si tenéis tiempo, esperar a ver la subida de la marea, que es algo impresionante. Por algo es patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Ruta por la costa hacia el extremo oeste. La carretera es típica de
costa y suele haber mucho tráfico, por lo que puedes tener caravanas. La
primera parada la hicimos en Fort La Latte. Se ve bastante bien desde fuera dada su ubicación.
Desde esta zona se ve en toda su grandeza la siguiente parada, Cap Frehel, grandes acantilados a tu izquierda (mirando al mar) con un faro impresionante. La decepción fue que, cuando fuimos hacia dicho faro, ya nos querían cobrar en la carretera de acceso, por lo que nos quedamos sin ir.
Desde esta zona se ve en toda su grandeza la siguiente parada, Cap Frehel, grandes acantilados a tu izquierda (mirando al mar) con un faro impresionante. La decepción fue que, cuando fuimos hacia dicho faro, ya nos querían cobrar en la carretera de acceso, por lo que nos quedamos sin ir.
La siguiente parada fue Perros Guirec tras dejar atrás Lannion. Es otro pueblo turístico costero, con
puerto de yates y bonita playa, donde comimos y nos bañamos. Después seguimos
hasta Ploumanach, donde comprobamos de dónde viene el nombre de Costa del Granito Rosa. Grandes rocas de este color crean un ambiente magnífico en unas
preciosas playas, donde vimos un espectáculo aéreo, desconocemos el motivo.
A la vuelta paramos en Lannion, viendo la zona antigua rápidamente.
Ya puestos, quisimos ver el Chateau de Kergrist, teniendo que desplazarnos hacia el sur por la carretera D-11, a unos 7 kms. Lamentablemente, los jardines estaban desolados …
7º ST. MALO-JOSSELIN-LORIENT (cruce del hotel del
norte al del sur) (hoja de ruta)
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| Perros Guirec |
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| Perros Guirec |
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| Ploumanach |
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| Ploumanach |
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| Ploumanach |
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| Ploumanach |
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| Lannion |
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| Lannion |
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| Lannion |
Ya puestos, quisimos ver el Chateau de Kergrist, teniendo que desplazarnos hacia el sur por la carretera D-11, a unos 7 kms. Lamentablemente, los jardines estaban desolados …
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| Chateau de Kergrist |
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| Chateau de Kergrist |
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| Chateau de Kergrist |
Cambiamos de
hotel, por lo que nos dirigimos hacia el sur por Dinan-Ploërmel. Aquí nos
desviamos a la derecha (izquierda en el mapa) por la N-24 hasta Josselin. Precioso pueblo se mire por donde se mire. Tiene un magnífico
castillo que os recomiendo que fotografiéis desde el puente que hay a la
entrada del pueblo (ya lo haréis después desde dentro). Lamentablemente, la
visita guiada era en inglés y francés, así que no nos enteramos de mucho … pero
las fotos, los jardines, el ambiente, no tiene precio.
Seguidamente llegamos a Lorient, haciéndolo en el hotel B&B Hotel Lorient Lanester, Parc des Expositions, ZI Kerpont, 145 rue
François Dominique Arago, 56600 Lanester, Francia. Está situado a las afueras.
Nuestra sorpresa fue que, al acercarnos a ver Lorient para cenar, descubrimos que en esas fechas se celebraba el Festival de Música Celta, habiendo un ambiente increíble por las calles. Miembro del selecto grupo de Villas de Arte e Historia.
Cogemos carretera al oeste (izquierda en el mapa) a lo
largo de la costa, llegando hasta el extremo, Pont de Raz, uno de los faros más fotografiados ya que se
encuentra sobre un islote azotado por el bravo Océano Atlántico. Casualmente,
ese día parecía una balsa y la decepción fue mayúscula.
De allí fuimos a Locronan. Una preciosidad de pueblo, sobre todo la
plaza, con todas sus casas de piedra, las iglesias, etc. Una maravilla.
De vuelta, paramos en Concarneau, que también tiene una ciudad intramuros muy
caprichosa que se adentra en el mar y merece la pena echar un vistazo. Miembro del selecto grupo de Villas de Arte e Historia.
Ahora nos dirigimos a la derecha, hacia el este. Tras
pasar los campos de Carnac y ver desde la carretera (paramos a echar
unas fotos) las líneas interminables de monolitos prehistóricos, decidimos ver la península
de Quiberon. Si no tienes ganas de bañarte, no te lo
recomendaría. En una caravana infernal pudimos recorrer a paso de tortuga los 7
u 8 kms. para llegar al final y darnos la vuelta. Según avanzas, por un lado
tienes el Atlántico abierto y por el otro una zona mucho más protegida que es
donde la gente se estaba bañando.
Posteriormente nos dirigimos a Vannes, miembro del selecto grupo de Villas de Arte e Historia, cogiendo un barco que nos hizo un bonito
paseo por el Golfo de Morbihan, repleto de islas y de veleros (¡qué afición
tienen los franceses, oye!). A continuación disfrutamos de la ciudad de Vannes,
que es una de las que más casas típicas tiene, bonitas murallas y fantásticos
jardines en el exterior de las murallas. Merece la pena patear por las calles.
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| Puerta de la Prisión |
Como vinimos
con la urgencia de que el coche no daba más de sí, no pudimos parar en LaRochelle, como era nuestra intención. Otro año será.
